miércoles, 9 de diciembre de 2020

SEMANA DE SÍNDROMES: SÍNDROME DE OTELO

EL CELOSO NO LO ES POR  UN MOTIVO: LO ES PORQUE LO ES. LOS CELOS SON UN MONSTRUO ENGENDRADO Y NACIDO DE SÍ MISMO.

¡Bienvenidos mentalistas!

Conocéis la obra Otelo de William Shakespeare? El síndrome del que hablaré hoy tiene su origen en ella.

El Síndrome de Otelo o celotipia es un tipo de trastorno delirante, según el cual la persona tiene la creencia inamovible y con nula crítica a cualquier argumentación sobre el convencimiento de que su pareja ha cometido alguna infidelidad. La persona construye su delirio mediante datos que son irracionales, de modo que emplea su tiempo buscando pruebas con tal de confirmar las sospechas hacia su pareja. Este síndrome, cuyo núcleo fundamental son los celos, afecta a hombres como mujeres por igual.

CAUSAS:
El síndrome se puede deber:
- Causas genéticas y bioquímicas del cerebro
- Factores fisiológicos y ambientales
- Miedo a la pérdida de la familia o descendencia
- Contexto cultural donde ha crecido la persona

¿Cómo se comportan los pacientes que lo sufren?

Los pacientes que lo sufren hablan de una tercera persona llamada “el otro”, sin que exista un rostro definido. Se refieren a una ilusión recreada repetitivamente sin un indicio real o una información clara. La persona se encuentra en situación de alerta y vigila a su pareja constantemente, llegando a establecer creencias erróneas sobre esta y buscando una justificación a su conducta. Se producen alteraciones en la vida cotidiana, de modo que varían algunos hábitos, como mover la ropa de lugar, comprar productos diferentes o retrasar la hora de llegada. Dichas conductas desencadenan pensamientos delirantes que culminan en celos, fomentando de este modo la desconfianza en la pareja. A su vez, aparecen pensamientos delirantes, llanto, depresión, ansiedad, irritabilidad y violencia, por lo que resulta complicada la convivencia.
 
La persona con este síndrome asume un papel de víctima, debido a que se siente traicionada por su pareja sentimental y existe un sufrimiento por sentirse engañados y no poder demostrarlo. Existe una imposibilidad de controlar los impulsos, los pensamientos y las percepciones debido a la falta de conciencia sobre el problema.

TRATAMIENTO:

Por un lado, el tratamiento farmacológico puede ayudar en la recuperación del control de los impulsos y a mejorar el estado emocional con lo que la distancia afectiva de la creencia delirante mejora. Por otro lado, la psicoterapia es fundamental y se cimenta en mejorar la conducta del paciente y ubicarlo en la realidad, más allá de las creencias erróneas de la infidelidad. Hecho que resulta complicado por la falta de conciencia de la enfermedad. Es recomendable que un familiar supervise el tratamiento ya que mayoritariamente no se lleva a cabo lo recomendado por el profesional y son pocos los pacientes que acuden voluntariamente a la consulta de un profesional.
 
Es complicado convivir con las personas que padecen este síndrome y, en algunos casos pueden presentar maltrato, homicidio o suicidio. Debido a ello, ante los primeros indicios es conveniente acudir a un profesional en salud mental.

¿Qué os ha parecido? ¿Podríais convivir con alguien así? Dejadnos vuestras opiniones en los comentarios.

Nos vemos en el próximo post… ^^

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